
Se da. Estos resultados inesperados, sorpresivos, de última, que dejan sin reacción, suelen resolverse así; sin anestesia. Y lo consiguió San Lorenzo, en el momento en que atravesaba por las situaciones
más dificultosas para mantener el empate. Un toque profundo de Ledesma, ese tipo de estiletazos que duelen cuando cruzan la barrera de la línea defensiva, fue en dirección a Méndez y Méndez —justo Méndez el que rechazó todo y al que le cuesta meter un pase de más tres metros— corajeó en el área contra varios rivales y metió un zurdazo desesperado, bajo, que mandó la pelota al fondo de arco. Explosión. Fiesta. San Lorenzo quedó indemne, consiguió tres puntos de platino y ahora transfirió las urgencias a sus escoltas. San Lorenzo no debía fallar.
Y no falló.
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Sera que Ramon nos saca campeon?
Yo quiero!!!
Asi te llevo al estadio a verlo dar la vuelta (eso fue pa vos Nono)
saludotes
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